
Cada uno de los demandantes reclama una compensación económica de no menos de $500 mil por los daños y un millón por daños punitivos. Estas cifras, según explicó la licenciada Judith Berkan, se establecen por casos similares de violencia policiaca.
“Lo que estamos pidiendo es justicia para las víctimas de violencia policiaca de ese día. Entendemos que es sumamente necesario que se investiguen los hechos. Lo que queremos es establecer un récord para la historia de que esto fue un motín policial. Por eso, la demanda tiene muchos detalles”, dijo la abogada Berkan en entrevista telefónica, al mencionar que el documento legal hace referencia a las figuras que “ordenaron y fomentaron el uso de la fuerza” en la manifestación.
“Esta demanda es para evitar que en el futuro ciudadanos de Puerto Rico estén sujetos a la violencia por parte de las autoridades por el mero hecho de protestar y ejercer sus derechos constitucionales”, agregó la representante legal.
El guitarrista de la banda de reggae Cultura Profética alegaen la demanda que el 30 de junio sufrió un fuerte golpe en la frente por parte de un miembro de la Fuerza de Choque mientras asistía a la protesta en las escalinatas del Capitolio. Además, fue rociado con gas pimienta. Al músico le tomaron cinco puntos de sutura en la frente. La otra demandante, Hiskes, alega que recibió golpes y empujones dentro y fuera del Capitolio. “Creo que lo más importante es dejar claro que hay una tendencia sobre cómo la Policía se está proyectando en los últimos años. Me parece que si los dejamos, esto será un estado policiaco. Queremos dejar claro que esto no fue un motín, sino un motín policiaco. La Policía creó un motín, no los manifestantes. Estamos viviendo con mucha represión y todo lo resuelven a palo limpio, como hemos visto en la Universidad”, señaló Omar Silva, quien dijo que la estrategia de la Policía no está funcionando porque la tasa de criminalidad sigue en aumento mientras “están exagerando sus acciones con los que no somos criminales, pero no tenemos miedo en denunciar”, expresó a Primera Hora
El músico, quien se acuerda del incidente cada vez que se mira en un espejo, admitió que a raíz de los actos violentos suele sentirse distinto ante la presencia policial. “No es que piense que todos los policías son así porque la mejor muestra es mi abuelo materno que era un buen policía comunitario en Humacao. Muchos guardias están siguiendo órdenes a regañadientes. Pero después de ese día, me pongo a la defensiva y estoy pensando qué decir si me intervienen. Por ejemplo, el día del incidente en Cataño me puse bien nervioso”, señaló en referencia al evento de la banda en Cataño, donde los integrantes aseguraron que una corista y varios acompañantes del grupo fueron agredidos por miembros de la seguridad del alcalde José Rosario, y que, además, les apagaron los micrófonos.
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