
Mary Higgins, esposa de Steffens, añadió: “Salías de un concierto de Marley sintiendo que eras mejor persona y que querías ser aún mejor. Apelaba a lo mejor de ti. La música se te metía, no podías evitar moverte, y luego comenzabas a escuchar y te dabas cuenta del poder de esas palabras. Una combinación impresionante”.A la vez, “no sólo es espiritual, es revolucionario. A Bob Marley le preguntaron cómo se describía; simplemente decía: ‘Un rebelde’, con esa sonrisa socarrona que tenía”, contó Steffens. “Su música sirvió a su misión: alertar al mundo acerca de la divinidad de Haile Selassie y la filosofía de un amor, que es la única respuesta a los problemas de hoy.”
El músico jamaiquino Joe Higgs, “el padre del reggae”, fue fundamental en la vida de Marley. Fue su tutor durante tres años.A diferencia de la imagen que podría dar, Marley era muy disciplinado y trabajador, a un grado que podía parecer obsesivo. Podía estar 14 horas ensayando la misma canción, y turnando a los músicos para que se aprendieran todos los instrumentos, para que a la hora de tocar en vivo pudieran improvisar con maestría. Sus conciertos casi nunca eran iguales y alargaba canciones e improvisaba la letra.El historiador habló sobre el idioma rasta y cómo jamás hablan de división. El ejemplo más conocido es que dicen “yo y yo”, en vez de “tú y yo”, para denotar que no somos diferentes, sino manifestaciones de un solo dios.
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